lunes, 5 de julio de 2010

ImaginArte


Jugué a imaginar, sin red, como si supiese...


Tanta energía dando formas, olores y sentidos me dejó exhausto, vacío.

La obsesión por hacer real una imagen trastocó la percepción de la realidad hasta confundir las luces.

Mis ojos apenas pierden tiempo en parpadear y las lágrimas no consuelan mis visiones.


Y pasa el tiempo.


Lento.


Ahora, los recuerdos se prestan a engañarme y ya no sé donde deje de inventar para asegurar la certeza de mi locura.


Y pasa el tiempo.


Lento.


La confusión se muestra aterradora.


Ahora, me da miedo dejar de imaginarte, por si resulta que eres real.