martes, 16 de junio de 2009

El plan de Nono


Otra vez, después de hacerlo, lo organiza todo tal y como estaba antes de empezar. Renueva, automáticamente, lo irrecuperable para un siguiente pase, y limpia lo útil pensando aún en su último cliente. No recogió los restos. Todavía hay personas que tienen alma, y lloran, pero este último no. Solo entró a la sala, me ayudo a colocar a su acompañante en la mesa,- no miré ni su cara ni comprobé su pulso… da igual.- colocó el dinero donde siempre, bajo la geoda de amatistas, y esperó a que terminase. La neverita tipo camping salió llena. El resto, ya no tiene forma…quizá cierta mueca de felicidad en un rostro vacío… directamente al bidón de ácido suministrado gentilmente por la Sociedad de Recuperaciones Orgánicas.
Por eso recupera todos los vicios del siglo XX, que destrozaban el cuerpo… y la mente.
- Los rateros orgánicos, conmigo, no se van a llenar las arcas.- Desde que acabaron con los estudios de regeneración celular, bueno, desde que esta nueva raza teológicamente perfecta, instauró este régimen global, reutilizando los organismos vivos de toda la comunidad científica – Hitler, esa leyenda negra, fue manso comparado con estos artesanos del sufrimiento – nadie pone en duda la palabra de su Dios, y afloraron los traficantes de vida.

Entre las ropas del último cuerpo cae un papel plegado en varias veces, un poco usado, un poco viejo. Lo vio por casualidad marcando insistentemente el compás con el cuello, arriba - abajo, de una canción de Jethro TullBungle in the jungle. Bajó el volumen de su receptor ilegal de galeno, cazador de emisiones perdidas en el espacio, aparco su cigarrillo de humo denso y prestó toda su atención al texto, que parecía una carta de despedida:

Por y para ti:

Se que pronto estaremos juntos, sin quererlo esta peste que nos conduce me está dando la clave.
El pulso de una vida, de mi vida, es parte de lo que hemos visto y lo que imaginamos de los demás. La Fe, como nos vendieron anteriormente y que ahora nos obligan a beber a diario, no es más que la afirmación constante de los pilares de cada uno de nuestros pensamientos, ideas, sueños y pasos por y para esta vida.
Los chamanes que aún viven me recomiendan abrirme, entregarme como única solución y sacar al sol todo mi ser, incluso lo que no se pudrirá al aire, y que sea generoso con el destino, pues el capricho del tiempo es juguetón, demostrándome que es viable otro camino para llegar a ti.
Tu enfermedad no deja que la luz entre por dentro de ti y tu clase no deja que mis palabras rieguen el jardín de tus sueños. Llevo tiempo girando mi mente a razón de este pensamiento y lo tengo todo bien ligado, pronto estaré contigo.
Me he incluido en las listas de Ofrendas para la Regeneración Orgánica a la hora de la posibilidad de elegir la vía de Resurrección o Exclusión Final, impuesta en el último control de . Cuando esta carta llegue a ti, mis pulmones respirarán el aire para el hijo de tu señor y caudillo de este mundo, salvará la vida del que terminará con el trabajo de este dictador. El corazón latirá en el pecho de la amante de tu guardián, con la intención de dar alma a la persona que tiene que postrarse ante tal animal todas las noches e intente domarle. Mis riñones, bueno, el que me queda, pues tuve que sacar dinero para este contrato, irá a parar al cuerpo del hijo que nunca quisiste, pues tendrá que levantar todo lo que esta por los suelos, educa a tu sangre y no pienses en las mitades o en las partes de las personas. Mis cuerdas vocales son para tu enfermera de cama, ya te contará todo lo que la he dicho durante tantos años a través de los muros de tu propiedad, y mis ojos, con todos sus recuerdos, son los tuyos, los que ahora me leen y que te entregaran todos mis secretos.
Por ultimo, mi hígado lo repartirán entre dos de las hijas del recadero de este encargo, justo precio para este peligroso reto.

Ahora mas seguro que nunca, siempre tuyo.

Nono.

El pobre diablo, trago el humo de nuevo, aderezado con un dolor de estomago al darse cuenta de este sacrificio, y de que su ultimo trabajo quedo incompleto. El recadero no cumplió su parte del trato. Se sentía parte de esa culpa.

Pasó el tiempo, y seguía con su ingrata labor de Resurrección Final en ese cuarto que cada vez le parecía más pequeño, más oscuro y más podrido, cuando entró una mujer de la otra clase. Simplemente comparable con un pulso de luz en esa sala lúgubre. En su saco el cuerpo de un hombre, en sus labios una pregunta:

- Donde están las palabras que este ser no me dio, y que en mi cama me cantan cuentos sobre su existencia y que a estos pobres ojos le pertenecen?

Con un temblor raro en el, aún deslumbrado, con la mente abierta a su alma, giró sin perderla de vista, tomo la amatista y entre uno de sus recovecos saco el texto mil veces plegado, mil veces leído, muy usado, muy viejo… y se lo entregó.:

- Este mensaje ha sido razón de vida para este humilde servidor, haciendo que volviera a soñar, pensando en tantos secretos, inventando cuentos que se quedaron sin ser escritos, transformando mi vida, apartando el miedo y recuperando el respeto por los cuerpos que aquí deshago. Este mensaje, mi señora, ha insertado en mí el poder de amar entre tanto escombro, el poder de mirar esta mesa ensangrentada y ver la vida tal y como el cuerpo que tengo bajo mis manos soñó alguna vez tener para si. El poder de transformar la tinta de estas palabras en sangre para mis retos, para mis ilusiones. El poder de no estar solo entre la multitud desesperada que abraza esta Fe como única forma de vida.
Este mar de pliegues, liado y desliado a diario, renace en este apartado oscuro del mundo las ganas de libertad, haciendo míos todos los renglones que el autor no pudo crear para usted, albergando la esperanza de que alguna vez pudiese entregar el gran tesoro que contienen estas líneas, y poder satisfacer la curiosidad de saber quién fue su autor.

Con el texto en sus manos, prietas, seguras de mantener entre sus palmas el mayor de los tesoros contesto:
- Ciertos han sido los cantares de mis noches, que anunciaron todo este enjambre de sensaciones, pues ese texto embrujado y rebosante de gracia, al ser poseedor de él por este tiempo y siendo como anuncias, guía y pauta de tus pasos, fue capaz de descubrir en tu persona la destreza de descifrar todos sus mensajes, todas sus intenciones, toda su verdad. Pensó, Nono, mi amor, su autor, que así conseguiría renacer en mí, pues sus palabras iban a ser mías. Ahora eres tú el sabedor de sus formas, de sus trazos en la vida de su siguiente paso. El hechizo funcionó pero el error del recadero, dio cuerpo a su alma en tu persona, desanimada por la vida que te ha tocado. Y tras las palabras que me has regalado compruebo con sus propios ojos y admito que Nono eres tú.

martes, 12 de mayo de 2009

Un día como hoy...




Y no había más olas,
la mar se quedó sin fuerzas; la suma de planes se quedó a cero,
Y se paró el tiempo,
las nubes y el aire no alborotó tu pelo.
Obedeció la luz mi deseo,
centró la atención en tus ojos color caramelo
no quise despertar al verte en mis sueños
cuando después de darte un beso, de mis labios salió un "te quiero".

viernes, 17 de abril de 2009

Ocurre por dentro...


En la luz de cualquier amanecer, creo que así fue.

... otro desliz, otro lento palpitar...lento y dulce parpadeo... y ya no estoy aquí.

Desnudé mi testa cierta tarde, después de empaparme con textos mayúsculos, de esos que hacen que la realidad me moleste, y quise vestirme con ideas. Pero fueron ellas las que decidieron vestirse de mi, rápidas, alentadas por un paseo, por un gesto no mío, por una voz de orden no dicha, interior...

Me encuentro en ese punto de traslado, embriagado por la necesidad de mostrarme, de crecer, de alimentar mi envés, de enseñar con dignidad lo que está bajo mi piel, tras mi ser. Y este sutil desliz aturdió mis sentidos. Tocado por la amorfia envidiosa de la consciencia, que me turbia la vida, huí otra vez, flotando al amparo de reconocer, en la lejanía de este embudo, la voz de otro ser.
No se si representa la posesión de un latido en mi pecho, anterior a este mundo, cobijado entre los pliegues de lo que adivino detrás de mis ojos, o es el soplido de un diagnóstico de diván. Pero lo tengo claro, me usa: para explicar y mostrar infinidad de luces curvas, de melodías sordas que acaban en una canción, para dejar caer un alud de palabras que al parar en mis labios, brotan.
Unas veces se que quiere intervenir y no se como hacerlo, no se como cruzar su calle y mirarle a la cara; no se como ayudarme a entender esta situación. Intento controlarme pero es él, estoy seguro, el que maneja mis dedos - ¡calla y sigue escribiendo, envase de carne blanda y huesos huecos. Tu cuerpo es débil y la mente la has pasado de largo...! oigo, con cierto tono despreciativo e inocente, como reclamando necesidad de ayuda y comprensión, como perdido en nervios y presiones por falta de tiempo... que lo-cura todo.
Me hace pensar y repasar mi camino. Aturdido y entre lágrimas, a veces, no encuentro el por qué de este tormento, de este regalo.
-Será alma que necesita terminar lo dejado a medias?- pregunto a la cara que se afeita conmigo en las mañanas, a los oídos que comparten textos aprendidos en mis ojos. Enfoco esta opción, necesaria a mi juicio, para dar sentido a mis impulsos en este blanco... o necesitará aclarar injusticias vividas... en mí... en otros tiempos... en otros mundos?...
Es otra locura. Es un castigo. Es un dolor más, pero dulce.
Puedo leer a medida que saca de mí expresiones que no conocía. Denoto su inquietud, su punto de vista distante, su caudal rabioso por nacer en mis manos. Recuerdo escenarios parecidos a los que me susurra cuando camino hacia mis abismos, cuando ansío relajar el hoy bajando la guardia y repasando la batalla para otro nuevo amanecer.
Me despierta, me molesta y me inquieta. Accedo a su trama cada vez más seguro de que su dopamina es engañosa; anzuelo que atiende, incitando, provocándome... guiándome?... a mis momentos de riesgo por un sueño nuevo, por un sueño mejor. Me hace observar cosas que no pensé que me pudiesen llamar la atención, al menos a simple vista.
Luego y sin tener la explicación del como y perdiendo la noción del cuando, hasta las llego a analizar; carpeta nueva en mi cabeza, pero el tema ya lo he visitado en otros escaparates.
O será el?
...
Así con todo.
No puedo más... y le espero ansioso.
Asumo. Algo me dice que esto es así y que la unión es para siempre, que deje de pensarlo como condena, que aprenda a dar color a sus voces para diferenciarlas de mis gritos y que mantenga la alerta de exceso y mesura para con mis movimientos, pues aprecio que no le gustan muchos de mis hábitos.
Me desvisto por dentro por si le encuentro. El deseo de hablar con el, pues no me deja, supera esta locura. Planteo un principio de convivencia que no estorbe nuestra simbiosis amorfa. El plan de su vida puede que tuerza la mía o me lleve hacia otro fin, hacia otra idea.
No me gusta dejar a nadie en el filo del caos; sucumbir a su causa quizás me haga fuerte en las mías.

...y desde entonces, a la espera del momento preciso en el que los parpados no caen pero dejas de ver, aprendimos a vivir, a soñar, a buscar.


lunes, 30 de marzo de 2009

Nacido Pensamiento


Érase una vez... la historia de un Pensamiento, que de mayor quería llegar a ser Idea.
Formar parte del ciclo de una vida plena, en mente, al ser posible, inquieta, y junto con otros como el, sentirse dentro de un buen Razonamiento.
Al ser etéreo y sin forma le preocupaban cosas diferentes que a los humanos. Cosas como los Momentos, Situaciones, Expresiones y Sensaciones. Sobre todo estas ultimas y el como unirse a ellas, para que su formación y estabilidad fuesen reales, con su consecuencia lógica en un cuerpo. Un escalofrío en la columna vertebral de Su persona era para él su gran meta.
Sencillo y discreto fue madurando en la parte más escondida de su mundo, conociendo millones de pensamientos, que a veces comprendía y otras sentía miedo por lo que otros muchos le susurraban al oído. Las comparaciones son malas varas de medir cuando se trata de simples impulsos eléctricos.
Así pasó el tiempo hasta que oyó hablar de una forma de ver las cosas, elegante, efusiva y excitante. La Satisfacción le habló hace tiempo de "Ella", y le resultaba parecida a los Sueños; de ellos forma parte al fin y al cabo. Se notaba raro. Empezó a tomar decisiones contradictorias y a veces no muy acordes con su carácter estable. Preguntaba a la Tranquilidad sobre "Ella", y ella le decía - con "Ella" todo cambia de colores e incluso los aromas se vuelven más intensos.- La Serenidad y la Paz le comentaron que es una sensación diferente, muy agradable pero que tenía un secreto, el cual si no se comprende, no se puede disfrutar de "Ella". Todo perdía su sentido cuando notaba su presencia. El torbellino de emociones era tal, que parecía que el cuerpo donde residía se daba la vuelta, dejando al aire todo lo que no se ve, descubriendo el hogar de dicha Dama, el corazón. Sitio bastante lejano para un pensamiento simple como él.
El día que se juntó con el Valor, le pidió un poco de su sabia, ansiaba conocer el secreto que se guardaba en el pecho. Con la armadura que su amigo Coraje le proporcionó y dejando la Vergüenza en su sitio, se encaminó hacia "Ella", y antes de saber quién era la preguntó la clave de su esencia. Le hizo ver que sin otro ser físico no se encuentra entera. Es como la luna, que en cada fase es bonita y misteriosa, pero que es la luna llena la que mueve todos los mundos de esta tierra. -Esa magia, - le dijo - es posible con la Satisfacción completa.- y le explicó que dependía de otro estado del alma, como ella, que habita en el pecho de otro ser.
Nuestro simple pensamiento, ante tanta hermosura, no pudo resistirse más a los encantos fugaces de la magia que describían sus palabras. Le dio su vida a cambio de nada; se dejó a su merced. Y solo de esta manera, tras comprenderse hasta unirse a ella como si fuese su propia piel, supo que "Ella" era la Felicidad.

domingo, 29 de marzo de 2009

Los ojitos de Leningradsky


Se arropan con liquido de cristales
de venta en bares, tus lugares,
andan con la cara sucia y mal de calles,
las mismas calles de tus bares.

Si son sólo un metro de ojitos llorosos,
unos años de malos modos y recuerdos rotos.
Y me llenan por dentro,
deshilando mi alma, un grito, un lamento...

en su nariz pegamento.
La risa junto a su mirada, perdidas
en su cara, arrasan mi sentir
despojando de lógica
mis ganas de vivir.

Que está pasando que pisamos lo nuestro,
que no escuchamos los vientos,
engordando el ego con cambios de vista.
Sin oír sus lamentos...

en su nariz pegamento.

Su familia cabe en dos dedos,
su futuro, junto al mar de peligros
en aceras heladas y recuerdos
perdidos, quién tendrá sus cuentos...



Aún escuece recordar esos ojitos.

martes, 24 de marzo de 2009

Todo parece ser


Discretamente se asoma
como si no se dejase ver,
pasando, como yo, queriendo y sin ser visto
apostado junto al eje central de todo movimiento.
Detalles entre sombras y luces
palabras al viento,
que pueden ser.

Entre el resto de todo, que presente encuentro
camuflado entre las faldas de tu conversación
...me avisa, me demuestra,
que mira más el que quiere ver,
encontrando la alegría de un detalle.
un gesto, un cuadro por hacer.

Junto a la sien, todo parece ser.
Aún entendiéndote y sabiendo que
aunque comprendo no llego a ser
mas que la parte que mira y no puede ver.

Detallista, buscas donde yo encuentro.
Miradas perdidas, bosques llenos de vida.
Enjambre de sutilezas y tú estás a la espera.
y es que es tan larga... la sombra... tiempo que enreda.
Conversaciones que centran y atenciones que llegan.
La rabia que me entre, de no poderte
arrancar como una astilla de madera.

Clávate en mi piel y pasarás inadvertida.
Al fin y al cavo no somos muestra,
ni patrón de sentidos,
aunque sin nosotros el barco hace aguas.
Las mismas que corren por mi mejilla y tu cara.

Junto a la sien, todo parece ser.
Aún entendiéndote y sabiendo que
aunque comprendo no llego a ser
mas que la parte que mira y no puede ver.

jueves, 5 de marzo de 2009

El Baúl del Pirata, tú...


Dándole vueltas a otro café, mientras pienso como manchar esta basta extensión que me atormenta, a la par que intento cuadrar el compás del ruido de las gotas en la claraboya con el pulso de mi pecho en el silencio, vuelvo a soñar.
Entre sonidos de metal y cristal, con el sabor de un trago, retornando al movimiento mecánico de mi muñeca, mirando hacia donde la luz siempre me parecerá que juega con las sombras, me dejo llevar.
Entre mirando por las pestañas y con el eco de alguna injusticia, pues reconozco mi dolor constante por la falta de uso de la lógica, calculo que hay tantas banderas que recoger, o limpiar para que se vuelvan a ver, tantas opiniones que se han quedado sin escuchar, tantas ideas que no se han podido pintar, tantas melodías que el aire se las llevó sin poder hacer sentir..., que si encontrase donde guardarlas, pararía el tiempo y entonces, este café que empapa mis labios, tendría el sabor del ansia de vivir por hacer. Y es que hay tanto por hacer...
Distraído adrede con lo irreal, le hablo a ese ser que algunos imaginamos desde "canis", y le digo con un leve movimiento de cejas: - sería como encontrar El Baúl del Pirata, tú... Y nos reímos para adentro los dos, como tantas veces.
Al rato, y ya perdiendo por completo el pulso del compás que buscaba, notando el peso insistente de mis ventanas al mundo, me centro en la idea de crear un banco absurdo de ideas-causas y melodías perdidas... Cotizaríamos en las cabezas que no encuentran motivos, en las mentes que no quieren seguir dando causas a sus cansados cuerpos, a las gentes que no saben o no pueden dejar de pensar sólo en gris. Daría créditos a fondo perdido para alimentar a esas almas desnutridas de pasión, de ansia de vivir. Crearía fundaciones para educar a los niños... y a sus compañeros imaginarios (son los que no nos fallan); como primera asignatura: "La felicidad Universal empieza en uno mismo". Se impartirían talleres especializados en darle vuelta a las cosas sin sentido y recaudaría trabalenguas y adivinanzas. Se becaría a soñadores potenciales para que se formen en la disciplina del sueño común. Alzaría a los que están desahuciados por la pena y les enseñaría a crear imperios, dibujando los planos en el aire, manteniendo distante su mal y reinventando las ganas de vivir eternamente. Los hospitales serían para la gente normal y los gobiernos terminarían por asimilar el gran error de no tener en cuenta la diversidad de puntos de vista, cayendo como naipes y creando el caos entre sus vasallos. Girando el mundo en un frenesí de desesperanza, se levantaría nuestro Imperio, "El Imperio". Quizás el menos ambicioso, quizás el más universal y justo... El Emperador estaría en cada una de nuestras ideas, en cada uno de nuestros cuerpos. El caos alimentaría nuestras utopías y caminaríamos sin movernos hacia el fin del desarrollo, aceptando como única ley el respeto por nuestra distancia con el resto y el fomento a la libertad de invención.
Seríamos capaces de darnos cuenta de nuestra osadía hacia nosotros mismos. La gran falta de respeto hacia nuestros instintos. El cálculo erróneo de someter a nuestros iguales para controlar, para manejar y dirigir, como si supiéramos con certeza lo que es mejor. Asumiríamos el mal causado y cerraríamos esa etapa oscura para abrir otra de esperanza, de claridad a nuestros predecesores...

Miro a mi amigo, le doy con el codo como preguntándole su parecer, y le veo que entre balbuceos y crispación en sus gestos (se agarraba la cabeza como si se fuese a volver loco) la mirada la tenía perdida entre miles de destellos luminosos y sólo llegué a entenderle: ...sería la ostia.
Las carcajadas, otra vez de los dos, me hacen caer en un embudo de situaciones creadas a partir del dichoso y maravilloso "Baúl del Pirata" y siento, poco a poco, mientras mi gran amigo y compañero de viaje se dispersa en mis imágenes, que me empieza a cuadrar el pulso de mi pecho con las gotas que caen sobre la claraboya, y encima se empieza a vislumbrar una dulce melodía que nace entre el resto de mi café y sonidos de metal y cristal.
Abro los ojos y me doy cuenta de que el tiempo ha pasado lentamente mientras los tenía cerrados, pero rápidamente mientras creaba otro mundo.


Además y por todo ello, dejo esta reflexión:

Somos conscientes de su martilleo. Molesto, constante, imperativo, excesivo. Somos conscientes de su desarrollo. Molesto, constante, imperativo, excesivo. Somos conscientes de su poder. Molesto, constante, imperativo, excesivo. Somos conscientes de su concepto. Somos conscientes de su falsedad. Somos conscientes de su inhumanidad. Somos conscientes de su presencia. Molesta, constante, imperativa, excesiva. Ellos no son conscientes (sus pensamientos, pensamientos del que amasa el poder) Se ve el futuro inscrito en las pagas por natalidad. Evidentemente se cobrarán este favor, enseñándole el redil... El Redil. Se perfilan unas formas y carácter adaptado al siguiente paso. Su porvenir (el nuestro) está en ascuas, sin definir, al final de cada capítulo de su vida. Hasta los sueños son retocados por la moral establecida en la educación, básica y prioritaria, de su subconsciente...(el nuestro) Es lo normal (¿?)

Allá vosotros.