domingo, 13 de diciembre de 2009

Reposo mental, al amparo del cansancio.






Algo me molesta.

Nada es como antes...


... Como si no pudiese ser verdad,
sin tenerlo en prensa,
como sorpresa que vendrá
y te pillan siempre en bragas.
Como la vecina que pasea por su casa,
segura, desnuda,
pensando en que no tiene ojos a la vista
pero tu miras.
Como cuando cargado de mano derecha
tienes la llave en el bolsillo del mismo lado.
Como una risa al tragar,
y tragar cuando dejaste atrás tu sangre,
tras la niebla de lo real, tiritando por los miedos.
Como cuando todo eso pasó y tu no estabas allí.
Cuando no podía sostenerse,
cuando no podía retenerse,
licuándose entre sus propias manos
toda su alma.
Cuando no le quedaba nada mas
que su propia parte de atrás,
esa que anuncia el final,
esa que noto por primera vez el aire
tan adentro.
Como la primera vez que sus voces no le molestaban,
la primera vez que no tenía preguntas;
que la respuesta caminaba con holgura
en la cabeza buscando su pregunta.
Cuando lo molesto transmitía paz...

Entonces no caí en la molestia,
la postura no era tan incomoda.






jueves, 3 de diciembre de 2009

Dudo


Creo que empieza a ser necesario moverse...

Cada vez siento mas distancia entre mente y cuerpo.
El tiempo de reacción se expande, se deslocaliza.

No se donde se quedan mis pensamientos, la tela de araña que recubre este embudo cada vez es más densa. Los caminos hacia mis movimientos se han llenado de maleza, haciendo dudar exponencialmente a emisarios fieles por impulsos; el destino se turbia entre madejas de caminos alternativos y posibilidades mudas. La pregunta constante de la indecisión, la probabilidad envidiosa de que esta posibilidad se mejor que la otra, el camino que no se tomó, el saber que no se escuchó, las arrugas que antes nos daban respuesta y ya no están... hace que calcular mi siguiente palabra se convierta en una decisión importante, vital, meditada, convencida pero finalmente probable, pues se asoman las opciones como pajarillos hambrientos en el nido deseando embucharse el privilegio de la elección, pese a que sus hermanos se queden en el camino antes de aprender a volar.

A quien alimento?
A quien sacrifico de todas las crías que pían en mi mente?

Donde esta la intuición?, ese don mágico que trata de convencerte para no oír las voces de las opciones que nos comprometen?

Cual es el tapiz a elegir donde pintaré mi siguiente imagen en esta vida?

No hay aval para abrigar mis decisiones.

No hay manual de instrucciones en este calendario.

No tengo ganas de moverme.

martes, 29 de septiembre de 2009

... sonriendo


Después de una porción de tiempo no calculada, recobra la luz. El aliento vuelve a su constante. La percepción es activa aunque turbulenta, confusa, distorsionada.
No puede ser. Otra vez ha vuelto a caer por este abstracto ciclo de subida de ego y caída al vacío de lo imposible, de la apuesta por sus impulsos, de sus instintos.
Arrastra por el suelo de sus pensamientos las ideas que ayer se alzaban al cielo. Bandera de su lucha, de su vida y de sus sueños. Destrozada pero reconocible.
Se dispone a lamer sus vacíos, sus huecos, tras ver como el amanecer de la constante realidad deja en su cuerpo marca sobre marca.
En un momento, en ese pequeño palpitar que anima a abrir los ojos cuando sabes que las luces que entren por tus ventanas solo te mostrarán el cuadrilátero a ras de suelo, quizás sea el inicio de otra carga, el…por que no? de otro intento.
Es eso. Si no sería demasiada tozudez.

- ¡Levanta!. Coge aire entre tanto humo denso!. ¡Apoya tu dignidad a la razón de tu movimiento y apresura tus ideas para organizar este cuerpo desconectado, apartado de tu mente. Hazle llegar ese calor que tienes en el pecho. Esa causa que impulsó tu manera de ver lo que nadie llega a entender. Rearma tu funda, tu coraza de presencia y protección. Lávate las oscuridades y círculos sin salida para dejar que salgan a flote los posibles, las opciones nuevas, los giros que no diste ayer.

Como es posible que el río… que el mundo… tan castigado tenga fuerza para seguir girando, para seguir mostrándole cuadros que no podrá pintar y escondites que ni siquiera se atreve a buscar por no desvelar su lugar. Como es posible que esté alegre; dice que escucha melodías que no hay instrumento que las pueda ejecutar, aun castigado por el intento, destrozado por la parte de adentro, mirando tanto absurdo, tanta injusticia y avaricia, tanta miseria y tanta vergüenza de su propia especie. Como es posible que ya esté alzado, herido y medio vacío. Como es posible que siga insistiendo en caminar, si no reconoce el suelo que le han colocado, ni el pulso de esta vida, ni el venir de lo cotidiano, ni su lugar en este organigrama…. pero lo va a hacer. Dará otro paso sabiendo que se caerá de bruces en la realidad. Lo hará, es su pulso, su inercia. Es necesario.
Se ve caminando hacia el muro, hacia lo imposible, hacia lo mismo de todos los días. Pero allí va de nuevo, sin que las ideas y pensamientos acompañen su aspecto exterior. Espera encontrarse alguien por el camino que comparta lucha, o se está engañando de nuevo?.
Vuelve a caminar. Vuelve alimentar su ego, su idea, sus formas. Ya no le importa su cuerpo.
Esta sonriendo.

lunes, 21 de septiembre de 2009

El tiempo no paseaba con ellos.



Giró sobre si mismo, bordeando el cuerpo que luego seria su referencia en este mundo, sentó su algarabía y escenas de comedia disparatada, y la luz, de pronto, al instante, se frenó en el tiempo. El sonido no correspondía con la imagen. La luz quería descansar, eso es lo primero que coordinó en su cabeza. Luego, como si sus pensamientos se colapsaran en el fango pegajoso de su imaginación, fue entrando y saliendo de tubos de percepción blanda y quebradiza, buscando referencias, lugares de reposo mental, hogares de sentirse, de sentirse bién, aún sabiendo, mejor dicho, notando que la luz se marchaba cada vez más deprisa en cada uno de esos túneles.

El frío se apoderó de su cuerpo, la palidez en su rostro, el miedo en su viaje, la preocupación en su voz… Llamaba a voces - pero con voz forzada por salir de sus labios cada vez menos rojos, menos carnosos - a su referencia, a su piel, a su tacto, a sus ojos, a su razón.
Caminos blandos, aferrado a este mundo por el brazo de un sueño, el tiempo no paseaba con ellos. Si lo hacían las luces y ecos de una conversación tranquilizante, de las que guían el siguiente paso por la cordura; la realidad.
Vió lo que buscaba, lo que se encontró. Y masco la realidad desde el otro lado, sintiéndose más cerca de los que ya no están que de los que le abrazaban. Quizás no fue cierto, quizás no lo vió, quizás no lo entendió. Incluso quizás, no estuvo allí

Después, cuando quiso dibujarlo con palabras se dio cuenta que no tenía tantas, en comparación con los colores que intentaba retener. Solo llegó a parecer otro sueño más.

martes, 16 de junio de 2009

El plan de Nono


Otra vez, después de hacerlo, lo organiza todo tal y como estaba antes de empezar. Renueva, automáticamente, lo irrecuperable para un siguiente pase, y limpia lo útil pensando aún en su último cliente. No recogió los restos. Todavía hay personas que tienen alma, y lloran, pero este último no. Solo entró a la sala, me ayudo a colocar a su acompañante en la mesa,- no miré ni su cara ni comprobé su pulso… da igual.- colocó el dinero donde siempre, bajo la geoda de amatistas, y esperó a que terminase. La neverita tipo camping salió llena. El resto, ya no tiene forma…quizá cierta mueca de felicidad en un rostro vacío… directamente al bidón de ácido suministrado gentilmente por la Sociedad de Recuperaciones Orgánicas.
Por eso recupera todos los vicios del siglo XX, que destrozaban el cuerpo… y la mente.
- Los rateros orgánicos, conmigo, no se van a llenar las arcas.- Desde que acabaron con los estudios de regeneración celular, bueno, desde que esta nueva raza teológicamente perfecta, instauró este régimen global, reutilizando los organismos vivos de toda la comunidad científica – Hitler, esa leyenda negra, fue manso comparado con estos artesanos del sufrimiento – nadie pone en duda la palabra de su Dios, y afloraron los traficantes de vida.

Entre las ropas del último cuerpo cae un papel plegado en varias veces, un poco usado, un poco viejo. Lo vio por casualidad marcando insistentemente el compás con el cuello, arriba - abajo, de una canción de Jethro TullBungle in the jungle. Bajó el volumen de su receptor ilegal de galeno, cazador de emisiones perdidas en el espacio, aparco su cigarrillo de humo denso y prestó toda su atención al texto, que parecía una carta de despedida:

Por y para ti:

Se que pronto estaremos juntos, sin quererlo esta peste que nos conduce me está dando la clave.
El pulso de una vida, de mi vida, es parte de lo que hemos visto y lo que imaginamos de los demás. La Fe, como nos vendieron anteriormente y que ahora nos obligan a beber a diario, no es más que la afirmación constante de los pilares de cada uno de nuestros pensamientos, ideas, sueños y pasos por y para esta vida.
Los chamanes que aún viven me recomiendan abrirme, entregarme como única solución y sacar al sol todo mi ser, incluso lo que no se pudrirá al aire, y que sea generoso con el destino, pues el capricho del tiempo es juguetón, demostrándome que es viable otro camino para llegar a ti.
Tu enfermedad no deja que la luz entre por dentro de ti y tu clase no deja que mis palabras rieguen el jardín de tus sueños. Llevo tiempo girando mi mente a razón de este pensamiento y lo tengo todo bien ligado, pronto estaré contigo.
Me he incluido en las listas de Ofrendas para la Regeneración Orgánica a la hora de la posibilidad de elegir la vía de Resurrección o Exclusión Final, impuesta en el último control de . Cuando esta carta llegue a ti, mis pulmones respirarán el aire para el hijo de tu señor y caudillo de este mundo, salvará la vida del que terminará con el trabajo de este dictador. El corazón latirá en el pecho de la amante de tu guardián, con la intención de dar alma a la persona que tiene que postrarse ante tal animal todas las noches e intente domarle. Mis riñones, bueno, el que me queda, pues tuve que sacar dinero para este contrato, irá a parar al cuerpo del hijo que nunca quisiste, pues tendrá que levantar todo lo que esta por los suelos, educa a tu sangre y no pienses en las mitades o en las partes de las personas. Mis cuerdas vocales son para tu enfermera de cama, ya te contará todo lo que la he dicho durante tantos años a través de los muros de tu propiedad, y mis ojos, con todos sus recuerdos, son los tuyos, los que ahora me leen y que te entregaran todos mis secretos.
Por ultimo, mi hígado lo repartirán entre dos de las hijas del recadero de este encargo, justo precio para este peligroso reto.

Ahora mas seguro que nunca, siempre tuyo.

Nono.

El pobre diablo, trago el humo de nuevo, aderezado con un dolor de estomago al darse cuenta de este sacrificio, y de que su ultimo trabajo quedo incompleto. El recadero no cumplió su parte del trato. Se sentía parte de esa culpa.

Pasó el tiempo, y seguía con su ingrata labor de Resurrección Final en ese cuarto que cada vez le parecía más pequeño, más oscuro y más podrido, cuando entró una mujer de la otra clase. Simplemente comparable con un pulso de luz en esa sala lúgubre. En su saco el cuerpo de un hombre, en sus labios una pregunta:

- Donde están las palabras que este ser no me dio, y que en mi cama me cantan cuentos sobre su existencia y que a estos pobres ojos le pertenecen?

Con un temblor raro en el, aún deslumbrado, con la mente abierta a su alma, giró sin perderla de vista, tomo la amatista y entre uno de sus recovecos saco el texto mil veces plegado, mil veces leído, muy usado, muy viejo… y se lo entregó.:

- Este mensaje ha sido razón de vida para este humilde servidor, haciendo que volviera a soñar, pensando en tantos secretos, inventando cuentos que se quedaron sin ser escritos, transformando mi vida, apartando el miedo y recuperando el respeto por los cuerpos que aquí deshago. Este mensaje, mi señora, ha insertado en mí el poder de amar entre tanto escombro, el poder de mirar esta mesa ensangrentada y ver la vida tal y como el cuerpo que tengo bajo mis manos soñó alguna vez tener para si. El poder de transformar la tinta de estas palabras en sangre para mis retos, para mis ilusiones. El poder de no estar solo entre la multitud desesperada que abraza esta Fe como única forma de vida.
Este mar de pliegues, liado y desliado a diario, renace en este apartado oscuro del mundo las ganas de libertad, haciendo míos todos los renglones que el autor no pudo crear para usted, albergando la esperanza de que alguna vez pudiese entregar el gran tesoro que contienen estas líneas, y poder satisfacer la curiosidad de saber quién fue su autor.

Con el texto en sus manos, prietas, seguras de mantener entre sus palmas el mayor de los tesoros contesto:
- Ciertos han sido los cantares de mis noches, que anunciaron todo este enjambre de sensaciones, pues ese texto embrujado y rebosante de gracia, al ser poseedor de él por este tiempo y siendo como anuncias, guía y pauta de tus pasos, fue capaz de descubrir en tu persona la destreza de descifrar todos sus mensajes, todas sus intenciones, toda su verdad. Pensó, Nono, mi amor, su autor, que así conseguiría renacer en mí, pues sus palabras iban a ser mías. Ahora eres tú el sabedor de sus formas, de sus trazos en la vida de su siguiente paso. El hechizo funcionó pero el error del recadero, dio cuerpo a su alma en tu persona, desanimada por la vida que te ha tocado. Y tras las palabras que me has regalado compruebo con sus propios ojos y admito que Nono eres tú.

martes, 12 de mayo de 2009

Un día como hoy...




Y no había más olas,
la mar se quedó sin fuerzas; la suma de planes se quedó a cero,
Y se paró el tiempo,
las nubes y el aire no alborotó tu pelo.
Obedeció la luz mi deseo,
centró la atención en tus ojos color caramelo
no quise despertar al verte en mis sueños
cuando después de darte un beso, de mis labios salió un "te quiero".

viernes, 17 de abril de 2009

Ocurre por dentro...


En la luz de cualquier amanecer, creo que así fue.

... otro desliz, otro lento palpitar...lento y dulce parpadeo... y ya no estoy aquí.

Desnudé mi testa cierta tarde, después de empaparme con textos mayúsculos, de esos que hacen que la realidad me moleste, y quise vestirme con ideas. Pero fueron ellas las que decidieron vestirse de mi, rápidas, alentadas por un paseo, por un gesto no mío, por una voz de orden no dicha, interior...

Me encuentro en ese punto de traslado, embriagado por la necesidad de mostrarme, de crecer, de alimentar mi envés, de enseñar con dignidad lo que está bajo mi piel, tras mi ser. Y este sutil desliz aturdió mis sentidos. Tocado por la amorfia envidiosa de la consciencia, que me turbia la vida, huí otra vez, flotando al amparo de reconocer, en la lejanía de este embudo, la voz de otro ser.
No se si representa la posesión de un latido en mi pecho, anterior a este mundo, cobijado entre los pliegues de lo que adivino detrás de mis ojos, o es el soplido de un diagnóstico de diván. Pero lo tengo claro, me usa: para explicar y mostrar infinidad de luces curvas, de melodías sordas que acaban en una canción, para dejar caer un alud de palabras que al parar en mis labios, brotan.
Unas veces se que quiere intervenir y no se como hacerlo, no se como cruzar su calle y mirarle a la cara; no se como ayudarme a entender esta situación. Intento controlarme pero es él, estoy seguro, el que maneja mis dedos - ¡calla y sigue escribiendo, envase de carne blanda y huesos huecos. Tu cuerpo es débil y la mente la has pasado de largo...! oigo, con cierto tono despreciativo e inocente, como reclamando necesidad de ayuda y comprensión, como perdido en nervios y presiones por falta de tiempo... que lo-cura todo.
Me hace pensar y repasar mi camino. Aturdido y entre lágrimas, a veces, no encuentro el por qué de este tormento, de este regalo.
-Será alma que necesita terminar lo dejado a medias?- pregunto a la cara que se afeita conmigo en las mañanas, a los oídos que comparten textos aprendidos en mis ojos. Enfoco esta opción, necesaria a mi juicio, para dar sentido a mis impulsos en este blanco... o necesitará aclarar injusticias vividas... en mí... en otros tiempos... en otros mundos?...
Es otra locura. Es un castigo. Es un dolor más, pero dulce.
Puedo leer a medida que saca de mí expresiones que no conocía. Denoto su inquietud, su punto de vista distante, su caudal rabioso por nacer en mis manos. Recuerdo escenarios parecidos a los que me susurra cuando camino hacia mis abismos, cuando ansío relajar el hoy bajando la guardia y repasando la batalla para otro nuevo amanecer.
Me despierta, me molesta y me inquieta. Accedo a su trama cada vez más seguro de que su dopamina es engañosa; anzuelo que atiende, incitando, provocándome... guiándome?... a mis momentos de riesgo por un sueño nuevo, por un sueño mejor. Me hace observar cosas que no pensé que me pudiesen llamar la atención, al menos a simple vista.
Luego y sin tener la explicación del como y perdiendo la noción del cuando, hasta las llego a analizar; carpeta nueva en mi cabeza, pero el tema ya lo he visitado en otros escaparates.
O será el?
...
Así con todo.
No puedo más... y le espero ansioso.
Asumo. Algo me dice que esto es así y que la unión es para siempre, que deje de pensarlo como condena, que aprenda a dar color a sus voces para diferenciarlas de mis gritos y que mantenga la alerta de exceso y mesura para con mis movimientos, pues aprecio que no le gustan muchos de mis hábitos.
Me desvisto por dentro por si le encuentro. El deseo de hablar con el, pues no me deja, supera esta locura. Planteo un principio de convivencia que no estorbe nuestra simbiosis amorfa. El plan de su vida puede que tuerza la mía o me lleve hacia otro fin, hacia otra idea.
No me gusta dejar a nadie en el filo del caos; sucumbir a su causa quizás me haga fuerte en las mías.

...y desde entonces, a la espera del momento preciso en el que los parpados no caen pero dejas de ver, aprendimos a vivir, a soñar, a buscar.