domingo, 13 de diciembre de 2009

Reposo mental, al amparo del cansancio.






Algo me molesta.

Nada es como antes...


... Como si no pudiese ser verdad,
sin tenerlo en prensa,
como sorpresa que vendrá
y te pillan siempre en bragas.
Como la vecina que pasea por su casa,
segura, desnuda,
pensando en que no tiene ojos a la vista
pero tu miras.
Como cuando cargado de mano derecha
tienes la llave en el bolsillo del mismo lado.
Como una risa al tragar,
y tragar cuando dejaste atrás tu sangre,
tras la niebla de lo real, tiritando por los miedos.
Como cuando todo eso pasó y tu no estabas allí.
Cuando no podía sostenerse,
cuando no podía retenerse,
licuándose entre sus propias manos
toda su alma.
Cuando no le quedaba nada mas
que su propia parte de atrás,
esa que anuncia el final,
esa que noto por primera vez el aire
tan adentro.
Como la primera vez que sus voces no le molestaban,
la primera vez que no tenía preguntas;
que la respuesta caminaba con holgura
en la cabeza buscando su pregunta.
Cuando lo molesto transmitía paz...

Entonces no caí en la molestia,
la postura no era tan incomoda.






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