
Jugué a imaginar, sin red, como si supiese...
Tanta energía dando formas, olores y sentidos me dejó exhausto, vacío.
La obsesión por hacer real una imagen trastocó la percepción de la realidad hasta confundir las luces.
Mis ojos apenas pierden tiempo en parpadear y las lágrimas no consuelan mis visiones.
Y pasa el tiempo.
Lento.
Ahora, los recuerdos se prestan a engañarme y ya no sé donde deje de inventar para asegurar la certeza de mi locura.
Y pasa el tiempo.
Lento.
La confusión se muestra aterradora.
Ahora, me da miedo dejar de imaginarte, por si resulta que eres real.
2 comentarios:
Hola, cómo va?, me gustó mucho. Ese transcurrir de la creación por fases de caos es fatal!!!
Un beso grande!!!
en la ambigüedad de la forma en que imaginamos o somos reales podría radicar toda nuestra existencia, los sentidos van de la mano con los sentimientos y el resultado de esta suma se podria resumir en una igualdad que nos hace ser quienes somos.
me gustó.
gracias por ser.
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