miércoles, 9 de febrero de 2011

... y te digo.


No me queda nada,

después de vaciarme en tus oídos.

Los huecos se rellenan con esperanzas,

anhelos y deseos nuevos.

Pero incomodan sus aristas naturales, salvajes, inadaptadas... republicanas.

Domarlas con paciencia, vertiendo sobre ellas toda mi opinión,

adaptando las razones y sopesando la validez de perder más tiempo en pensarlas...

Acepto el valor del grano, apartando las vainas huecas y volátiles, la paja, que engorda a los bovidos y rumiantes, transformando en ilusión, las ideas.

...y te digo.

Al instante, me agarro al ciclo, que todo lo es, y camino sobre los mismos pasos:

No me queda nada,

después de vaciarme en tus oidos.



3 comentarios:

Anónimo dijo...

...queda el volver a llenarse...si no no seria vacio...si no no habria nada que volcar...si no no habria un todo donde haber volcado... por quedar no habria quedado nada...
me gustó.

Sirena Varada dijo...

Todos hemos experimentado ese vacío en el que ni siquiera cabe un sueño, donde el pasado pesa y no pasa, en el que la esperanza es el rostro más cruel del adiós inevitable. Intentamos rellenarlo con el contorno de una voz triste, pero sólo queda el eco que nos seduce con su engaño. ¡Maldita sea!, las ganas se disipan como el camino en la niebla. El vacio permanece y entonces sólo tienes dos opciones: luchar o caer. Y tú luchas. Rememoras esa sonrisa inalcanzable que te emplaza a un futuro que es mentira. Te enfrentas a la realidad que se disfraza de espejismo. Y tú caes.
El corazón quiso ser beso y el beso quiso ser eterno. Pero todo es liviano y fugaz en su caricia húmeda.
No, no va a volver. Sólo te queda tu silencio cómplice.
Queda la soledad que es muy cruel sin ti.
Quedan tus ojos tristes de mirada alegre…

Y el camino que se pierde para siempre en la niebla.


PD: Gracias, Metamorfus, por tus palabras que siempre son sentimientos.

soy beatriz dijo...

Querdia Buda, no se si lo que puedo decir merece la pena de ser dicho, sólo vos lo podrás decidir.
Yo me he desangrado en palabras, como torrentes, como gotas, como rocíos...que esperaban suavizar aristas hirientes. Y la fuente pareció secarse y así fue. Ya me había quedado sin nada...la fuente seca, la lengua seca y el alma, como una nada.
Cuando comprendí que el agua es un elemente demasiado valioso para utilizarlo en lo que no vale la pena tal vez.
La fuente cobrará vida.. se desbordará espumosa de vida, para ser derramada en tierras fértiles.

Un fuerte abrazo Buda, y gracias muchas gracias por estar siempre presente!!!!