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viernes, 9 de abril de 2010

Tranquilo, no te asustes.


Gracias, Delirio.

Tranquilo, no te asustes.


- Respira, respira,
- ¡ahhhh!, ¡no puedo mas! – soplaba como una locomotora.
- venga, estas haciéndolo muy bien corazón. – dijo su compañero, temblando, intentando ayudar.
En la habitación existe una mezcla de olores y sensaciones, que junto a su posición agarrotada, el padre llega a colapsar su mente, sabiendo que algo maravilloso y mágico ocurriría delante de sus ojos, si no se desmaya antes claro.
- Vamos a empujar un poco más vale? – plantea con seguridad la comadrona.
- ahh…..uhmmmm
- Aguanta aguanta…
- Uhmmmmm…
- Un poco más...
Un segundo de silencio que pareció eterno. Mientras, Maria se dejaba los restos contorsionando su cansado cuerpo encima del potro…

…la maravilla de la vida se asomaba delante de ellos.

Todo es perfecto. El llanto de la criatura hace que las lágrimas broten como chispas de los ojos de sus padres.

Después, cuando todos descansaban… como un susurro, como una brisa, tocó las manitas del bebe, para unirse a el eternamente.

Hola.
Tranquilo, no te asustes.
Soy amigo.

Es la primera vez que me oyes. Tengo muchas cosas que contarte. Ahora eres muy pequeño y no retendrás esta conversación, pero iré dejando grandes marcas en el camino que refresquen todos los detalles, todas las pistas para que me puedas localizar.
Llenaré tu interior y convertiré tu pulso en parte de mi caminar. Alegraré las tristezas que te rodeen. Adornaré la realidad preciosa que aún existe y borraré de tus pupilas imágenes que dañan los muros del alma más blindada, dando paso a caminos por donde huirás, por donde aprenderás a ver un mar infinito de opciones, creando a antojo propio, tu mundo… tus otros mundos.
Empieza hoy un acuerdo, un contrato vital, que su rúbrica no dependerá de tu voluntad, pues va ligado a tu propia idiosincrasia.
A veces no me tendrás cerca por que la niebla de la consciencia, de la realidad aplastante y absoluta, rozará hiriendo, con seguridad, algún otro de tus grandes pilares, de tus grandes valores, de tus debilidades pues como humano eres vulnerable e imperfecto.




Aprenderás a buscarme, a llamarme en tus momentos de soledad. Siempre estaré al final de tus ansias, junto a tus preguntas, del lado de las respuestas ilógicas, de los colores imposibles. En definitiva: me encontraras agarrando el lado más inverosímil de tus pensamientos y colocando uno tras otro, uno encima de otro, todos los elementos para que tu capacidad de imaginar este viva y alerta, incluso arriesgándome a no ser solicitado nunca y dando estas palabras por perdidas.

Te puedo prometer todo lo que seas capaz de imaginar. Te daré lo que tus ojos no pueden ver cuando lo hacen hacia fuera y practicaremos el camino a esta suculenta despensa llena de ambrosías incalculables que poseo, la de la parte de dentro de tus ojos, para que entres y salgas a tu antojo.
Compartiremos en la distancia y en el tiempo, sin darnos cuenta, nuestros argumentos con otras pupilas que son o que fueron. E incluso aprenderás que las lagrimas no caen a tus pies solo por tristeza o por dolor, emoción o alegría; pueden brotar por comprender en tu pecho lo que la cabeza se niega, y consigues por el uso, que esta, tu cabeza, te deje jugar conmigo, cuando no la molestas, en la parte de atrás, con esas “tontunas”. Bases absurdas estas “tontunas” que intentan aplastar por la fuerza de sus propias ambiciones, seres minúsculos que gobiernan y gobernarán nuestras vidas… mentes amplias pero huecas, incapaces de tener en cuenta las voces de otros y aprovechando para sí las capacidades de todo un pueblo.
Saldré de tu lado en cualquier discusión que enriquezca o que alimente tu gana connatural de aprender… de conocer.
Puede que a veces no tenga sitio en la mesa de tu día a día, lo sé y permaneceré aletargado por largas temporadas. Incluso admitiré que te puedas alimentar de las palabras de otros como yo. Pero has de saber que tendrá que ser de mi agrado, no pudiendo ser de otra manera, y que distraeré y enriqueceré tu caminar cuando parezca que andas perdido.

Hola.
Tranquilo, no te asustes.
Soy amigo.
Soy todos tus sueños.