viernes, 4 de noviembre de 2011

Agua salada en las luces. Recuerdos lentos.



Querer tocarlo
Notar que llegas, con todos los dedos,
Pero te faltan manos,
Sus manos.

Pensar en ello
Saltar barreras, las puestas
Llegando cansado,
Con agua salada en las luces.

Asumo el tiempo
Abriendo ideas, con todos sus gestos
Recuerdos lentos,
Asomando cuentos.

Dejo caer, mi ser
Abrazando humo denso, con mis dedos
Pero me faltan manos,
Tus manos.

2 comentarios:

El Rey del metro dijo...

Es un poema muy bueno (te felicito),y atañe a la imposibilidad de acercarse a nada, ni al manido deseo. Porque lo que importa es lo que concierne en el empeño. Salvar con la vista puesta en el recuerdo, y mejor aún en el olvido, lo que se intuye de lo que se desdibuja a destiempo, para incluso poder ser algo aunque se crea existe relación entre lo que se necesita y el marco donde está el remedio. Las palabras se desvanecen, son adventicias de los conceptos que involucran y aparecen como posibilidad única de llegar a alguna parte, y en el remedo de lo que se quiere por lo que se hunde en sí mismo, está la posibilidad de que, al menos, te afecte.

Unknown dijo...

Gracias, "Rey", por tus palabras, que siempre son bién recibidas y estudiadas. Tu análisis es tremendamente interior. Tocado.
Aunque residuos de por donde ando e indicios de lo que veo, he dejado, no pensé que fuesen tantos y algunos, tan evidentes. Supongo que vacilé a la hora de suponer que en esta frialdad de "medio" mis pensares pasarán de largo.
Salud